Ventanas



Pasa que camino por la calle y a veces, cuando estoy en sintonía conmigo misma, dejo de apreciar las cosas vanales, no veo ropas, ni edades, ni formas de rostro, sólo veo los ojos, y a través de ellos las almas desnudas, los traspaso como cuchillos en mantequilla y me asombro al ver sus expresiones tan distintas.

Algunos me sonríen y me saludan porque sus almas bailan con la mía, me hacen sonreír y también los saludo al ver la luz que irradian de serenidad y alegría.

Otros tímidamente ocultan su rostro porque sus almas tienen temor a ser leídas, yo los comprendo, a veces también me pasa que decaigo en mi autoestima y dejo de creer en el brillo de mi alma florecida.

Existen también los más valientes, aquellos que me muestran sin temor sus experiencias vividasde ellos siempre aprendo en especial de los más ancianos que han vencido sus pudores y desnudan sin miedo su alma plena de sabiduría.

Incluso, hay quienes se sienten amenazados y me atacan con duras miradas, por lo general ellos están molestos con la vida, encerrados en sus propios problemas no pueden disfrutar del Universo y la belleza que nos regala en cada ser, sé que es así porque también he sentido rabia y he tenido sed de justicia, sintiéndome la única en el mundo con dificultades, a ellos trato de darles una mirada amiga.

Si alguno quiere tratar de hacer este juego, le invito a incorporarse y compartirlo, desnudar su alma frente a quien sea, regalarme una sonrisa con los ojos, siempre necesitamos la compañía de nuestros hermanos en este mundo. Quizás tengas temor la primera vez y sientas el peso de muchas vidas, pero también verás almas puras casi cristalinas, que te iluminarán al pasar y te darán las energías para continuar sonriendo.

Así que inténtalo, es impresionante, ver todo lo que se oculta detrás de una cortina...

















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